La competitividad de una organización depende, entre otros factores, de su capacidad de innovar y mejorar. Las organizaciones consiguen ventajas competitivas mediante innovaciones, de tal forma que la innovación es el elemento clave que explica la competitividad en una batalla entre organizaciones atacantes y defensoras. Se puede afirmar que la innovación es arriesgada, pero no innovar es aún más arriesgado.
La implantación de un sistema normalizado para el desarrollo de actividades de I+D+i aporta, entre otras, las siguientes ventajas:
- Permite sistematizar las actividades de I+D+i y aprovechar al máximo el Know How interno de las Empresas.
- Conlleva un ahorro de recursos en las actividades de I+D+i.
- Constituye un vehículo para el fomento de la transferencia tecnológica al exterior.
- Mejora de la motivación e implicación de los empleados.
- Mejora de la imagen empresarial.
- Incrementa la satisfacción de los accionistas. Las empresas que no abordan actividades de I+D+i pueden ver amenazada su supervivencia.
- Aporta indicaciones para implantar o readaptar unidades de I+D+i en las empresas, a través de:
- Análisis interno y externo.
- Definición de los objetivos básicos de las actividades de I+D+i.
- Identificación y análisis de problemas y oportunidades de la evolución tecnológica.
- Selección y gestión de una adecuada cartera de proyectos de I+D+i.
De cara a la concesión de beneficios fiscales, se trata de una valiosa herramienta para la administración pública a la hora de valorar proyectos y sistemas de gestión de la I+D+i.